La
teosofía explica que a nivel esotérico, no todos los planetas son iguales, ya que
hay unos planetas que son más importantes que otros. Y a estos planetas que tienen una particular relevancia en la estructura energética de un sistema solar se les denomina en el ocultismo: “los planetas sagrados”.
Entonces
como la gran esoterista que Alice Bailey pretendía ser, ella dio la siguiente
clasificación de los planetas de nuestro sistema solar:
Planetas sagrados
Vulcano
Mercurio
Venus
Júpiter
Saturno
Neptuno
Urano
Planetas no sagrados
Tierra
Marte
Plutón
La Luna
El Sol
(Esto
se encuentra en su libro “Psicología
Esotérica”, volumen I, segunda parte, capítulo III, sección 2 titulada: “El Rayo del Planeta Tierra”, p.335, cuya primera edición se imprimió en 1936)
¡EL DETALLE ES QUE ESA CLASIFICACIÓN ES ERRÓNEA!
Como
lo atestigua la propia Blavatsky en su libro “La Doctrina Secreta”:
« Los planetas
sagrados son: Mercurio, Marte, Venus, Júpiter, Saturno, el Sol y la
Luna. »
(Volumen I, p. 575, 1888)
Vemos
por lo tanto que los planetas sagrados corresponden a los planetas utilizados
por la astrología antigua. Lo cual además tiene mucha lógica, ya que la
astrología (y a pesar de todas las alteraciones que se le han hecho) es una
ciencia hermética muy profunda y es por eso que los antiguos astrólogos sabían de
la importancia de esos planetas.
Y
contrario a lo que pretenden los escépticos modernos, los antiguos sabios SÍ sabían
que el sol y la luna NO eran planetas. Sin embargo los utilizaron en su
clasificación por razones ocultas como lo precisa Blavatsky:
« Esta
clasificación es aceptada sólo para fines astrológicos. Mientras que la
verdadera clasificación (que es mantenida en secreto) difiere de esta, ya que el
Sol, siendo la estrella central (y no un planeta) tiene una relación aún más
profunda y misteriosa con nuestra cadena terrestre de lo que generalmente se
conoce.
Ni
la Tierra, ni su satélite la Luna, ni siquiera las estrellas, por otra razón,
eran más que substitutos usados para fines esotéricos. »
(D.S.
I, pg. 575 en la nota situada abajo)
El Sol y la Luna eran
por consiguiente utilizados para representar a dos planetas sagrados que en la
actualidad todavía se desconocen.
¿Por qué Alice Bailey
dio esa clasificación equivoca?
Pues
bien, porque se basó en las enseñanzas erróneas de Leadbeater para elaborarla.
Y a las pruebas me remito, ya que si ven la siguiente tabla, se darán cuenta que
son los mismos planetas que Alice Bailey designó como planetas sagrados, sólo cambió el planeta Tierra por
Mercurio.
Los planetas sagrados según Alice Bailey
Vulcano
Vulcano
Venus
Mercurio
Mercurio
Júpiter
Saturno
Urano
Neptuno
Neptuno
Ahora
bien, esta tabla la elaboró el investigador Arthur Powell y la publicó en 1930 en su libro “El Sistema Solar” (o sea seis años antes de que Bailey publicara el suyo)
en base a lo que Leadbeater había dicho en su libro “Un libro de texto de Teosofía” (1912).
Pero
resulta que esa estructura es completamente falsa y fue inventada por
Leadbeater para querer complacer a fuerza la equivocación que cometió su amigo
el periodista Sinnett.
Esto lo explico y detallo en el capítulo:
_ _ _
Por lo tanto, si Alice
Bailey hubiera sido la mensajera de los Maestros como ella pretendía serlo,
entonces hubiera dado una respuesta concorde con lo que escribió Blavatsky.
Pero vemos que en realidad se leyó el libro de Arthur Powell para elaborar su
supuesta clasificación esotérica. Y para colmo ni siquiera se dio cuenta que lo que
enseñaba Leadbeater era falso !!!